POLÍTICA DE MIERDA

 

Desde que yo tengo memoria, siempre he escuchado hablar de la política como una profesión que se desenvuelve en la corrupción, el engaño y el robo descarado de quienes la ejercen. Pero como en todos lados, hay quienes desean hacer las cosas bien, con honestidad y franqueza, pero no llegan a ejecutar sus ideas, ya que les son cortadas las alas como aquella ave que caen en manos de su cazador.

Siglo XXI y la política sigue siendo una mierda, quienes anhelan y desean sentarse en el sillón presidencial, son personas que solo buscan sus propios intereses y no los del pueblo.  La gente está muriendo de hambre, los jóvenes se pierden y caen en manos de la fría muerte por seguir el camino de ambición, el padre de familia se desgasta siendo esclavo de amos oligarcas, trabajando más de las horas estipuladas para recibir un sueldo miserable. Esta es la realidad de mi país y de todos los países del tercer mundo. Lo que une a América Latina hoy en estos tiempos, no son nuestras selvas, nuestras montañas ni los Andes, sino, que estamos gobernados por malos lideres, pésimos seres humanos que ponen sus intereses como prioridad.

Las campañas políticas y los debates, se han convertido en el mayor de los espectáculos de quienes son candidatos, se preparan para presentar frente al pueblo las mejores falacias. Ellos se divierten con nosotros los ciudadanos que aún no entendemos que no se trata de escoger a quien nos represente, solo por su buen discurso o sus lindas y atractivas propuestas, sino por su calidad de persona, sus buenos principios, valores y fe.

Necesitamos políticos que quieran hacer historia, que anhelen dejar legados de honestidad y esfuerzo, que inspiren a otros a trabajar con ahínco por ver una patria donde todos seamos beneficiados, donde el rico siga siendo rico y el pobre salga de la miseria.  

La mierda se limpia, eso es desecho, apesta, no sirve, es un asco. Hay que purificar a nuestra patria, limpiarla de aquellas manchas mal olientes que le dejaron nuestros antepasados, aquellos que le hicieron mal y la arruinaron. Necesitamos acudir al encuentro de nuestra patria desangrada y abusada.